Lo que ocurre es cuando nació este elefante, lo amarraron a un árbol muy fuerte, el animal intentó zafarse por horas pero no pudo e internalizó la creencia "no me puedo soltar de la cuerda".
Ahora el elefante que podría tumbar el árbol, no intenta hacerlo, por esta creencia. El ser humano, muchas veces es como este elefante.

En el pasado nos equivocamos, o no nos salió algo como queríamos, o no fuimos capaces de hacer algo. Internalizamos la creencia: "No puedo..."